jueves, 28 de febrero de 2013

La Voluntad de Dios (Por Neil Anderson)

Juan 7:17 Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina, si es de Dios o si yo hablo de mí mismo.


Conocer la voluntad de Dios no es un problema de este siglo. La gente luchó en los tiempos de Cristo. Algunas personas dijeron de Él: "es un buen hombre" otros dijeron "engaña a la gente" (Juan 7:12) ¿Cómo podrían estas personas saber si Él los estaba guiando a la verdad?

Viendo así las cosas, Jesús estableció estándares de guía divina. Su primera advertencia fue, Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. Si cualquier hombre está dispuesto a hacer Su voluntad, sabrá de la enseñanza si es de Dios o no (Jn 7:16-17) El requisito esencial para conocer la voluntad de Dios, de acuerdo a Jesús, es querer hacerlo.

¿Cuál es la voluntad de Dios? La voluntad de Dios para aquellos que creen en Él, es estar vivo en Cristo con el propósito de establecer Su reino al vencer al diablo y convertirse en las personas que Él les ha llamado a ser. Mira las primeras palabras de la oración del Señor: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre, venga Tu reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo" (Mat 6:9-10) Cuando hacemos esta oración, estamos pidiendo que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra como actualmente lo es en el cielo. Aparentemente la voluntad de Dios se ejecuta perfectamente en el cielo pero no en la tierra.

¿Estás totalmente comprometido a hacer la voluntad de Dios sin estar seguro de lo que es? ¿Tienes tus reservas en cuanto a someter tu voluntad a la de Dios? ¿Realmente crees que la voluntad de Dios para ti es buena, aceptable y perfecta (Rom 12:2)? Si Dios es Dios y le llamas Señor, ¿no tiene Él el derecho de hacer Su voluntad en tu vida?

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Padre, que tu voluntad se lleve a cabo en mis pensamientos, palabras y obras hoy de la misma manera que se hace en el cielo, en el nombre de Jesús, amén.

viernes, 22 de febrero de 2013

Cuando las cosas no tienen sentido...

Filipenses 1:12-14
Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del evangelio.  Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo.  Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios.

Es sumamente complicado darle sentido a las cosas cuando están de cabeza.  Darle una explicación a lo que nos acontece no es fácil cuando atravesamos momentos difíciles.  ¿Cómo explicar el por qué nos sucede esto o aquello?  La verdad es que solo Dios sabe.  Podemos tener algunas ideas e hipótesis, pero nuestra visión de las cosas es sumamente limitada.  Nosotros no podemos ver ni siquiera un segundo en el futuro mientras que nuestro Señor es eterno.  Por esta razón, nos resulta imposible poder darle sentido a las cosas cuando nos “llueve sobre mojado”.  Pero de algo estoy convencido, que así como Pablo entendió en su momento que su encarcelamiento estaba sirviendo no solo para compartir el evangelio a los guardias sino a gobernadores y reyes, pudo ver cómo otros hermanos en la fe se fortalecían por el testimonio que él estaba dando, así también, con tu vida y con mi vida, muchas personas fortalecerán su fe y entrega al Señor cuando nos vean reaccionar ante la adversidad.  Y, a su debido tiempo, el Señor se encargará de revelarnos lo que considere necesario para su gloria.
Ahora, recordemos un poco de historia.  Pablo iba a ser asesinado.  Había ya un grupo de personas que hicieron un pacto para no tomar alimento hasta que lo asesinaran.  El hecho de que fuera encarcelado interrumpió esos planes.  ¿Qué quiero decir con esto?  Que a primera instancia, lo que parece un mal, es un bien.  Dios tenía planes para Pablo y no iban a ser interrumpidos por este grupo de personas.  Así también tiene planes para ti y para mí que no serán interrumpidos por una u otra circunstancia.  No sé lo que estás atravesando.  Puede ser algo sumamente difícil y estás cansado o más bien exhausto.  Tal vez tienes tiempo tratando de darle sentido a las cosas sin éxito.  Hoy no te voy a dar una respuesta a esas interrogantes.  Solamente Dios puede hacer eso.  Lo que sí puedo hacer, es recordarte que el Señor no te ha abandonado.  Él te ama y está ahí a tu lado con los brazos abiertos.  No se ha movido un solo centímetro aunque piensas que te ha dejado solo.  Él está ahí.  Dobla tus rodillas.  Llora.  Desahógate.  Búscalo.  Arrepiéntete.  Pide que pueda llenar tu corazón de paz y plenitud de la forma que solo Él puede.  La biblia está llena de ejemplos con situaciones duras y sin sentido.  ¿Por qué Daniel tuvo que ser expuesto a un horno de fuego y a un foso de leones?  Solamente porque sabemos el resultado no quiere decir que en su momento no tuvo miedo o cuestionó si tenía sentido lo que estaba pasando.  Él sabía que Dios era soberano y solamente Él tendría la última palabra sobre lo que pasaría.  Gracias a su vida, hoy somos fortalecidos en lo que el Señor puede hacer en nuestras circunstancias.
No te agobies ni aferres a querer darle sentido a lo que te pasa.  Mejor trata de pedir al Señor que tus reacciones, que están siendo observadas por muchas personas que ni te imaginas, puedan servir para dar testimonio y que otros puedan ser motivados y fortalecidos por tu testimonio.  Confía en que Dios te ama y solamente está viendo por tu bien.  Permanece en Él y cuestiona si estás siendo un siervo fiel.
Oración
Padre: es difícil.  La angustia, la incertidumbre y el miedo toman control.  Hoy quiero entender que no me has abandonado.  Que estás a mi lado.  Que me amas.  Te pido que pueda tener paz.  Te pido que me consueles.  Te pido confortes mi corazón.  Sé que tienes un plan.  Sé que es para mi bien.  Ayúdame a confiar en Ti y no solamente creer en tus promesas sino vivirlas día a día.  Te lo pido en el nombre de Jesucristo.  Amén 

jueves, 7 de febrero de 2013

Dios te conoce? (Por Jorge Vega)


Jesús dice en Mateo 7:19-23 (NVI) 
19 Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. 20 Así que por sus frutos los conocerán. 21 No todo el que me dice "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. 22 Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros? 23 entonces les diré claramente: "Jamás los conocí. ¡Aléjense de mi, hacedores de maldad!

Estas palabras de Jesús son un llamado a cuidarnos de no engañarnos a nosotros mismos "por sus frutos los conocerán".

 Si, es cierto, el periodo de transformación y santificación es diferente en cada uno, pero cuando de verdad te has arrepentido y entregado tu vida a Dios siempre una clara tendencia a alejarte del pecado. Si llevas años en la misma situación de pecado, tu vida no ha cambiado, no te engañes solo porque tienes actividades en la iglesia, debes preguntarte seriamente si tu arrepentimiento fue real o solo emocional.  Se honesto contigo mismo y con Dios, porque lo que está en juego es donde pasaras la eternidad.

Por Jorge Vega