lunes, 26 de agosto de 2013

Salvado y Santificado por Fe (Por Neil Anderson)


El apóstol Pablo escribió: "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado" (Rom. 6:6). El apóstol está diciendo que hay algo que debemos saber, no algo que debemos hacer, y el verbo está en tiempo pasado. Los creyentes en dificultades tratan de hacer morir al viejo hombre, pero no lo logran. ¿Por qué no? ¡Porque ya está muerto! Usted no puede hacer por usted mismo lo que Cristo ya ha hecho por usted. Dado que muchos cristianos no viven la vida abundante, incorrectamente se preguntan: "¿qué tiene que ocurrir para que esto sea verdad?" Lo único que tenía que suceder para que eso fuera verdad pasó hace casi dos mil años, y la única manera de ser partícipe de ello es por fe.

Un pastor muy querido que escuchó de nuestro ministerio pidió una cita. Él dijo: "He luchado durante veintidós años en el ministerio, y finalmente creo que sé cuál es la respuesta. En mi tiempo de devocional leí: "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios " (Col. 3:3). "Eso es todo, ¿no?". Yo le aseguré que así era. Entonces preguntó: "¿Cómo puedo hacer eso?" Sugerí que leyera el pasaje un poco más lento. Durante veintidós años ha estado tratando desesperadamente de llegar a ser alguien que ya es, y tal es el caso de muchos otros creyentes. No es lo que hacemos lo que determina quienes somos, sino lo que somos determina lo que hacemos. No trabajamos en la viña con la esperanza de que algún día Dios nos ame. Dios nos ama y es por eso que trabajamos en la viña. No servimos a Dios con la esperanza de que algún día Dios nos acepte. Ya somos aceptos en el Amado; es por eso que le servimos.

Necesitamos aprender a aceptar lo que Dios dice que es verdad y vivir de acuerdo con ello por fe. Cuando lo hacemos se refleja en nuestra experiencia. Si tratamos de hacer lo que Dios dice que es verdad por medio de nuestra experiencia, nunca lo lograremos. Pablo señala la inutilidad de esa manera de pensar en Gálatas 3:2-3 "Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?". Somos salvados por fe, y caminamos o vivimos por fe. Hemos sido santificados por fe, y estamos siendo santificados por fe. No somos ni salvados ni santificados por la forma en que nos comportamos. Nuestro comportamiento es sólo un reflejo de lo que estamos eligiendo creer.

Por Neil Anderson

domingo, 25 de agosto de 2013

Él nos busca (Por Charles Spurgeon)


Ezequiel 34:11 "Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré."

Esto hace al principio cuando Sus elegidos son como ovejas descarriadas que no conocen al pastor ni al rebaño. ¡Cuán maravillosamente encuentra el Señor a Sus elegidos! Jesús es grandioso tanto en Su carácter de un pastor rastreador como de un pastor salvador. Aunque muchos de aquellos que Su Padre le dio, hubieran llegado tan cerca de las puertas del infierno como hubieran podido hacerlo, sin embargo, el Señor, tras buscar y buscar, los descubre y se acerca a ellos en la gracia. Él nos ha reconocido: tengamos buena esperanza por aquellos que son puestos en nuestros corazones para que oremos por ellos, pues Él los encontrará también.

El Señor repite este proceso cuando cualquier miembro de Su rebaño se extravía de los pastos de la verdad y de la santidad. Podrían caer en grave error, en triste pecado, y dureza atroz; mas, sin embargo, el Señor, que se ha convertido en una garantía en favor de ellos ante Su Padre, no tolerará que ninguno de ellos llegue tan lejos como para que perezca. Él, por Su providencia y por Su gracia, los seguirá a tierras extrañas, a moradas de pobreza, a cuevas de oscuridad, a profundidades de desesperación; Él no perderá a ninguno de los que Su Padre le ha dado. Para Jesús, buscar y salvar a todo el rebaño, es, sin ninguna excepción, un asunto de honor. ¡Qué promesa tengo para argumentar con ella, si en esta hora me veo forzado a clamar: "Yo anduve errante como oveja extraviada."!

Por Charles Spurgeon

sábado, 24 de agosto de 2013

Dios no me fallará (Por Charles Spurgeon)


Josué 1:5 "Estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé."

Esta palabra para Josué es citada con frecuencia; es la base de aquella palabra del Nuevo Testamento: "No te desampararé, ni te dejaré"

Amados, tenemos ante nosotros una vida de guerra, pero el Señor de los Ejércitos está con nosotros. ¿Somos llamados a ser conductores de un pueblo grande pero veleidoso? Esta promesa nos garantiza toda la sabiduría y prudencia que hubiéremos de necesitar. ¿Tenemos que contender con enemigos astutos y poderosos? Aquí encontramos fuerza y valor, destreza y victoria. ¿Tenemos una gran herencia por conquistar? Por este signo alcanzaremos nuestro propósito; el Señor mismo está con nosotros.

Sería terrible en verdad para nosotros que Jehová nos fallara; pero, como esto no puede suceder, los vientos del desasosiego son apaciguados en las cavernas de la divina fidelidad. En ninguna ocasión nos abandonará el Señor. No importa lo que suceda, Él estará a nuestro lado. Los amigos nos abandonan, y su ayuda es como una lluvia en Abril; pero Dios es fiel, Jesús es el mismo por siempre, y el Espíritu Santo mora en nosotros.

Vamos, corazón mío, has de tener calma y esperanza el día de hoy. Las nubes podrían cernirse sobre nosotros, pero el Señor puede disiparlas. Puesto que Dios no me fallará, mi fe no ha de fallar; y, puesto que Él no me abandonará, yo tampoco lo abandonaré a Él. ¡Oh, que el Señor nos conceda una fe tranquila!

Por Charles Spurgeon

viernes, 23 de agosto de 2013

En Cristo (Por Neil Anderson)


Juan 3:3 ...De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Estar en Cristo y todo lo que significa para la madurez y libertad cristiana, es el gran tema del Nuevo Testamento. Por ejemplo, en los seis capítulos del libro de Efesios hay 40 referencias a estar en Cristo y a tener a Cristo en ti. Para cada referencia de Cristo estar en ti hay 10 de estar en Cristo. Estar en Cristo es el elemento más crítico de nuestra identidad.

Pero no nacimos en Cristo. Nacimos en pecado gracias al primer Adán. ¿Cuál es el plan de Dios para transformarnos de estar en Adán a estar en Cristo? Debemos nacer de nuevo (Juan 3:3) El nacimiento físico sólo nos da vida física. La vida espiritual, la vida eterna que Cristo promete a aquellos que vienen a Él, sólo se gana a través del nacimiento espiritual (Juan 3:36)

¿Qué significa estar vivo espiritualmente en Cristo? En el momento que naciste de nuevo tu alma se unió a Dios de la misma forma que Adán estuvo en unión con Dios antes de la caída. Tu unión espiritual con Dios está completa y es eterna porque la ha provisto Cristo, el último Adán. Mientras Cristo siga vivo espiritualmente, tú permanecerás vivo espiritualmente, y eso es por la eternidad.

Contrario a lo que muchos cristianos creen, la vida eterna no es algo que obtienes cuando mueres. Tú estás vivo espiritualmente en Cristo en este momento. Así es como pudiste estar en unión con Dios, al nacer de nuevo espiritualmente. Nunca estarás más vivo espiritualmente de lo que estás ahora. La única cosa que cambiará cuando mueras físicamente es que cambiarás tu cuerpo viejo terrestre por uno nuevo. Pero tu vida espiritual en Cristo, la cual comenzó cuando confiaste personalmente en Él, simplemente continuará.

La salvación no es una añadidura futura, es una transformación presente. Y esa transformación ocurre en el nacimiento espiritual no en la muerte física. La Palabra de Dios promete: "El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida" (1Juan 5:12) La vida eterna es algo que posees en este momento porque están en Cristo. Créelo y regocíjate en ello.

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Gracias Señor porque mi vida eterna es una realidad presente. Me regocijo en esta maravillosa seguridad y garantía, en Cristo Jesús, amén.

jueves, 8 de agosto de 2013

Cara a cara con Dios (Por Charles Swindoll)


Eclesiastés 12:4 Dios traerá cada acto a juicio, todo lo que se oculta, si es bueno o malo.

Si Dios dice que va a traer cada acto a juicio... sé que lo hará. No sé Su método y francamente eso no me preocupa. Lo que debe importarnos es que Él lo hará.

De alguna manera en el momento exacto de Dios y a Su manera, Él nos mostrará toda nuestra vida.

Tiene mucho sentido para mí que el que nos ha hecho tiene todo el derecho de pedirnos cuentas.

No podemos vivir la vida irresponsablemente y salirnos con la nuestra. No somos libres para darle rienda suelta a la vida, guiñarle a Dios pensando que sin importar nada, ese amoroso Dios en el cielo bostezará y nos dará unas palmadas en la cabeza y dirá "todo va a estar bien" NO, no funciona así.

Nuestro viaje se dirige a una parada repentina. Y solos de pie, cara a cara con Dios, en ese momento trascendental, daremos cuentas de la vida que vivimos.

¡Qué pensamiento tan sobrio y serio!

Por Charles Swindoll

miércoles, 7 de agosto de 2013

Queremos Alivio (Por Charles Swindoll)


Salmo 116:1-2 Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas; porque ha inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días.

¿Alguna vez te has encontrado diciendo algo como esto?

"Señor, te doy mi vida, pero estoy preocupado hasta la muerte por este asunto, esta persona, esta circunstancia, esta situación incómoda. Me siento atrapado Señor. Quiero descanso, ¡necesito descanso! Y si no lo traes pronto... bueno ya me cansé. Siento que voy a dejarlo todo"

Puedes dejarlo, mi amigo pero no hay atajos.

Aquí hay un mejor plan: toma la mano de tu Guía, Él es el Señor del desierto, aún tu desierto. El objeto más precioso del amor de Dios es Su hijo en el desierto. Si fuera posible, tú significas más para Él en este tiempo que en cualquier otro.

Tú eres su amado estudiante tomando Sus cursos más difíciles. Él te ama con amor infinito.

Por Charles Swindoll

martes, 6 de agosto de 2013

Un Nuevo Corazón (Por Neil Anderson)


De acuerdo con las Escrituras, el centro de la persona es el corazón. En nuestro estado natural "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso" (Jer. 17:9). Es engañoso porque nació así y ha sido condicionado desde el momento del nacimiento por el engaño de un mundo caído, y no por la verdad de la Palabra de Dios. De acuerdo con Proverbios 4:23, el corazón es el "manantial de donde mana la vida" en el cual la maldad no debe echar raíces. Por ejemplo, esa es la razón por la que debemos perdonar desde el corazón y no permitir que una raíz de amargura se origine, por la cual muchos puedan ser contaminados (Hebreos 12:15). No va a encontrar un pasaje similar en el Nuevo Testamento que describa al corazón de los creyentes de la misma manera como lo hizo Jeremías, porque nos ha sido dado un espíritu nuevo y un corazón nuevo (Ezequiel 11:19; 36:26).

El creyente es descrito como una nueva creación con una nueva vida que tiene nuevos deseos y un nuevo rumbo. La disposición del corazón de un verdadero creyente está orientada hacia Dios. Aunque todavía pecamos, este pecado se relaciona con un nivel más en la superficie de nuestro ser. La carne va a actuar contrario a la persona real del nuevo corazón. A pesar de que todavía podemos elegir vivir según la carne, hacer esto no cambia la naturaleza real del corazón ni nuestra identidad en Cristo.

H. Wheeler Robinson contó 822 usos de la palabra corazón refiriéndose a algún aspecto de la personalidad humana. De acuerdo con su clasificación, 204 de los pasajes estaban relacionados con la mente, 195 con la voluntad, y 166 con la emociones. Piense en el corazón como el centro de nuestro verdadero ser en lugar de la sede de nuestras emociones. Cuando la verdad entra en el corazón, inmediatamente impacta el afecto y acciona la voluntad.

Intelectualmente podemos reconocer la verdad de tal manera que nunca toque nuestro corazón. La escuela quiere ampliar la mente, pero Dios quiere agrandar el corazón. Usted puede saber sobre teología y ser arrogante, pero ¡no se puede conocer a Dios y ser arrogante! El conocimiento envanece, mas el amor edifica (1 Cor. 8:1). Tener el conocimiento como meta es un problema muy grande en la educación cristiana. Se distorsiona el propósito para el cual fue diseñado. "Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida" (1 Tim. 1:5).

Por Neil Anderson

lunes, 5 de agosto de 2013

A la Gloria Suya (Por Charles Spurgeon)


Filipenses 3:21 "El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya."

Con frecuencia, cuando somos atormentados por el dolor y nos descubrimos incapaces de pensar o de adorar, sentimos que, en verdad, este es "el cuerpo de la humillación nuestra"; y cuando somos tentados por las pasiones que surgen de la carne, no creemos que la palabra "humillación" sea una traducción demasiado vigorosa en absoluto. Nuestros cuerpos nos humillan; y eso es todo lo mejor que hacen por nosotros. ¡Oh, que fuéramos debidamente humildes, pues nuestros cuerpos nos asemejan a los animales, e incluso nos ligan con el polvo!

Pero nuestro Salvador, el Señor Jesús, cambiará todo esto. Seremos transformados a semejanza de Su propio cuerpo de gloria. Esto lo experimentarán todos aquellos que creen en Jesús. Por fe sus almas han sido transformadas, y sus cuerpos experimentarán una renovación tal que los adaptará a sus espíritus regenerados. Qué tan pronto ocurra esta grandiosa transformación, no podríamos decirlo; pero su pensamiento debería ayudarnos a soportar las tribulaciones de hoy, y todas las aflicciones de la carne. En breve, seremos como Jesús es ahora. No más rostros adoloridos, no más miembros hinchados, no más ojos apagados, no más corazones desfallecidos. El viejo no será más un manojo de debilidades, ni el enfermo una masa de agonía. "Semejante al cuerpo de la gloria suya." ¡Qué expresión! ¡Aun nuestra carne descansará en la esperanza de una tal resurrección!

Por Charles Spurgeon

domingo, 4 de agosto de 2013

Le Conocemos (Por Charles Spurgeon)


Jeremías 31:34  "Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová."

En verdad, prescindiendo de cualquier otra cosa que no sepamos, nosotros conocemos al Señor. Este día esta promesa es verdadera en nuestra experiencia, y no es una pequeña promesa. El más pequeño creyente entre nosotros conoce a Dios en Cristo Jesús. No tan plenamente como quisiéramos; mas, sin embargo, verdadera y realmente conocemos al Señor. No sólo conocemos doctrinas acerca de Él, sino que lo conocemos ÉL. Él es nuestro Padre y nuestro Amigo. Somos Sus conocidos personales. Podemos decir: "Señor mío, y Dios mío."

Gozamos de estrecha comunión con Dios, y pasamos muchas temporadas felices en Su santa compañía. Ya no somos más extraños para nuestro Dios, sino que el secreto del Señor está con nosotros.

Esto es más de lo que la naturaleza podría habernos enseñado. La carne y la sangre no nos han revelado a Dios. Cristo Jesús ha dado a conocer al Padre a nuestros corazones. Sí, entonces, el Señor ha hecho que lo conozcamos, ¿no es esto la fuente de todo conocimiento salvador? Conocer a Dios es la vida eterna. Tan pronto como llegamos a conocer a Dios, tenemos la evidencia de ser resucitados a una vida nueva. ¡Oh, alma mía, regocíjate con este conocimiento, y bendice a tu Señor todo este día!

Por Charles Spurgeon

sábado, 3 de agosto de 2013

Desinflando el Orgullo (Por Charles Swindoll)

Isa 51:1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.


En el texto hebreo, la palabra cantera realmente se refiere a un agujero. En la versión Reina Valera leemos "hueco de la cantera"

Nunca te olvides del hoyo.

¡Qué gran consejo! Antes de que nos enamoremos de nuestra gran y elevada importancia, es una buena idea echar un vistazo al pasado, al hoyo del cual Cristo nos sacó.
No sólo pensemos en él, admitámoslo. Nuestro hoyo tiene una forma de mantenernos a todos al mismo nivel: como receptores de gracia.

Y no te engañes a ti mismo, aún aquellos que fueron levantados y admirados tienen hoyos de los cuales fueron rescatados.
  • Con Moisés fue el asesinato
  • Con Pedro fue la negación pública
  • Con Rahab fue la prostitución
La próxima vez que seamos tentados a envanecernos por nuestra importancia, sólo miremos al hoyo del cual salimos. Tiene una forma de desinflar nuestro orgullo.

Por Charles Swindoll

viernes, 2 de agosto de 2013

Comprendiendo la Gracia (Por Charles Swindoll)


Juan 1:14  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

¿Qué es exactamente la gracia? ¿Y está limitada a la vida y ministerio de Jesús? Quizá te sorprenda saber que Jesús nunca usó la palabra en sí. Él sólo la mostró e igualmente importante, Él la vivió. Además, la Biblia nunca nos da una definición como tal aunque la gracia aparece a través de sus páginas, no solamente la palabra misma sino en numerosas demostraciones de ella. El entender lo que significa la gracia requiere que vayamos a un viejo término hebreo que significa doblarse o agacharse. Con el tiempo se incluyó la idea de un favor condescendiente.

Si has viajado a Londres, quizá hayas visto a la realeza. Si es así, quizá hayas notado la sofisticación, el aislamiento, la distancia. En ocasiones la realeza en Inglaterra hará noticia debido alguien en los rangos de nobleza se detendrá, se inclinará y tocará o bendecirá a un plebeyo. Eso es gracia. No hay nada en el plebeyo que merezca ser notado o tocado o bendecido por la familia real. Pero debido a la gracia en el corazón de la Reina, existe el deseo en ese momento de hacer una pausa, inclinarse para tocar o aún bendecir a alguien.
El antiguo pastor y estudioso de la Biblia Donald Barnhouse quizá lo describió mejor: "El amor que sube es adoración, el amor que va hacia el exterior es afecto, el amor que se inclina es gracia"

El mostrar gracia es extender un favor o bondad a alguien que no lo merece y nunca podría ganarlo. Recibir la aceptación de Dios por gracia siempre está en gran contraste con ganarla a base de las obras. Cada vez que el pensamiento de la gracia aparece, está la idea de ser inmerecida. De ninguna manera el receptor está recibiendo lo que merece. El favor simplemente se está extendiendo por la bondad del corazón del dador.

"Cuando el pensamiento de la gracia aparece, trae la idea de ser inmerecida"

Por Charles Swindoll

jueves, 1 de agosto de 2013

La Gran Misericordia de Dios (Por John MacArthur)


1 Ped 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos

Debido a Su misericordia, Dios desea levantar a los pecadores de su condición lamentable.

Hace varios años estuve una semana en India, cada día vi incontables personas hambrientas, enfermas, y sin hogar viviendo en una calle sucia. No pude evitar sino sentir compasión y piedad por esas personas que vivían en tal miseria.

En un sentido espiritual, sin embargo, antes de que Dios nos salvara, éramos todos más patéticos que cualquier vagabundo en la India. Espiritualmente, estábamos "muertos en nuestros delitos y pecados y éramos por naturaleza hijos de ira  lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)" (Efe 2 :1, 3-5). Dios vio nuestra miserable condición y fue movido a hacer algo al respecto.

¿Cómo se compara la misericordia con la gracia? La misericordia tiene consideración de la condición miserable de una persona, la gracia tiene consideración a la culpa de un hombre, la que causó esa condición. Dios nos da misericordia para cambiar nuestra condición. Él nos da gracia para cambiar nuestra posición. Mientras que la gracia nos lleva de la culpa a la absolución, la misericordia nos lleva de la miseria a la gloria.

¿No te da gran alegría saber que Dios no sólo quitó tu culpa sino que te miró y tuvo compasión? Y no ha terminado de darnos misericordia "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad" (Lam 3:22-23) Siempre podremos "acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Heb 4:16)

Por John MacArthur