domingo, 30 de junio de 2013

Dios puede levantar Lázaros en tu vida (Por Joyce Meyer)

Dios Puede levantar el Lázaros en tu vida

Recuerdas cuando Jesús visito a Maria y Marta después que su hermano Lazaro llevaba cuatro días de haber muerto? Cuando finalmente llegaron, Marta dijo, "Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto." (Juan 11:21 RVR60).

Marta estaba en un claro estado de desesperación. Entonces, "Jesus le dijo: Tu hermano resucitará." Marta contesta, "Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero." (vv 23-24). no creo que ella realmente haya entendido que es lo que Jesús le estaba diciendo. Ella estaba viendo una posibilidad a futuro, no una realidad presente. Ella realmente no esperaba que la cosas cambiaran.

Muchos de nosotros somos como Marta, atrapados en nuestros problemas, sin darnos cuenta que Dios puede cambiar las cosas. Pero Jesús levanto a Lazaro de la muerte, y El puede levantar "Lázaros" en tu vida. 

No pierdas la esperanza. Puede que estés lastimado ahora, pero detrás de cada desastre, Dios puede traer un nuevo comienzo. Creer en Dios, y verlo mostrar su gloria en tu vida. 


Oración: Señor, Yo se que Tu trabajaras en cada una de la situaciones para Tu gloria. En lugar de quedarme atrapado en mis problemas, Yo creo que tu puedes levantar "Lázaros" en mi vida. 

Joyce Meyer
@joycemeyer

sábado, 29 de junio de 2013

Una Palabra para los Reincidentes (Por John Piper)

¡Cuánto anhelaba Jesús restaurar la comunión rota con los apóstoles después de la resurrección! Por seguro, ésta es una señal de cuánto anhela restaurarnos cuando nos hemos alejado de él.

Todos los apóstoles le habían desamparado. El el jardin, en su hora más triste, "Y abandonándole, huyeron todos." (Marcos 15:50).

Ahora él había resucitado. ¿Qué diria a los que le habían abandonado? Tres cosas restaurativas:

  • A Maria junto al sepulcro: "Ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios." (Juan 20:17).  ¡Hermanos!  ¡Su Padre ¡Su Dios! Yo me voy ahora. Ustedes vendrán después. Estamos, y estaremos, juntos. Yo les perdono. Nuestro Padre les perdona.
  • Él encuentra a los apóstoles, se para en medio de ellos, y les dice, "Paz a vosotros." Él les mostro sus manos y su costado - recuerdos horribles de lo que le costó cuando le desampararon. Y les dice de nuevo. "Paz a vosotros." (Juan 20:19-21) ¡Paz! No, ¡Vergüenza! Yo les perdono. Yo les recibo de vuelta. Yo les encomiendo con mi misión: "Como me envió el Padre, así también yo os envio." (Juan 20:21)
  • A Pedro, tres veces: "Simon, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?" "Simon, hijo de Jonás, ¿me amas?" "Simon, hijo de Jonás, ¿me amas?" Y a su tres respuestas positivas, Jesús dijo "Apacienta mis corderos." "Pastorea mis ovejas." "Apacienta mis ovejas." (Juan 21:15-17) No he acabado contigo, Pedro. Tú eres un pastor de mis ovejas. ¿No te acuerdas que oré por ti? Te dije lo que había de venir. Nunca te solté. Mi mandato fue una promesa: "y tú , una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos." (Lucas 22:32)
Jesús anhelaba reparar el daño que había sido hecho. Anhelaba perdonar, restaurar, recomisionar. Si tú le has abandonado, decepcionado, u ofendido, anímate, él no anhela menos reparar las cosas contigo. Busque su rostro. Pídele. Reciba su gracia.

Por John Piper  





viernes, 28 de junio de 2013

Cómo nos percibimos a nosotros mismos (Por Neil Anderson)


Rom 8:16-17 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo

Lidia es una mujer de mediana edad que no le fue nada bien en la vida desde el principio. Recuerdos de rituales y abuso sexual que sufrió desde niña la habían atormentado continuamente a lo largo de su vida cristiana. Cuando me vino a ver, su imagen dañada parecía más allá de lo irremediable. Al contarme su historia, Lidia mostró poca emoción, pero sus palabras reflejaban desesperación total.

Cuando concluyó le pregunté "¿Quién eres tú Lidia? ¿Cómo te percibes a ti misma?"

"Soy mala" ella respondió estoicamente. "No soy buena para nadie, la gente me dice que soy mala y todo lo que hago es traer problemas"

"Tú no eres mala" argumenté, "¿Cómo podría una hija de Dios ser mala? ¿Así es como te percibes a ti misma?", ella asintió.

Nunca es agradable ver al maligno expresar su horrible personalidad a través de una víctima como Lidia. Pero al darse cuenta de que ella es principalmente el producto de la obra de Cristo en la cruz en lugar de la víctima de su pasado, ella fue capaz de deshacerse de las cadenas de esclavitud espiritual y comenzar a vivir de acuerdo a su verdadera identidad como hija de Dios.

Nada es más fundamental para tu libertad de la esclavitud de Satanás que tu entendimiento y afirmación de lo que Dios ha hecho por ti en Cristo y quién eres como resultado de ello. Todos vivimos de acuerdo con nuestra identidad percibida. De hecho, no podemos comportarnos constantemente de una manera que sea inconsistente con cómo nos percibimos a nosotros mismos. Tus actitudes, acciones, respuestas y reacciones ante las circunstancias de la vida son generalmente determinadas por tu auto-percepción consciente e inconsciente. Si tú te ves como la víctima indefensa de Satanás y sus maquinaciones, vivirás como su víctima y serás un esclavo de sus mentiras. Pero si te ves a ti mismo como el hijo entrañablemente amado y aceptado de Dios, lo que realmente eres, lo más probable es que vivas como un hijo de Dios.

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Gracias Jesús porque me has hecho más que vencedor, porque debido a Tu amor y poder, puedo vivir como un vencedor en lugar de una víctima hoy.

jueves, 27 de junio de 2013

Convirtiéndonos en Santos (Por John MacArthur)


1 Ped 1:15-16  sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo

Dios requiere santidad y en Cristo nos provee la forma de obtenerla.

Como vimos, Dios es santo y la santidad absoluta es el estándar para cualquiera que desea estar en Su presencia. "Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio" (2 Ped 2:4) De la misma manera, los hombres que rechazan a Dios son enviados "al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (Mat 25:41)

¿Cómo es que alguien puede convertirse en santo? Sólo hay una forma: mediante la fe en Jesucristo. Es a través del sacrificio de Cristo por nosotros que Dios puede poner santidad a nuestro favor (2 Cor 5:21) 1 Corintios 6:11 dice "ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios" Ahora somos llamados santos y la palabra griega para esto en las Escrituras realmente significa "los sagrados"

Así que por la gracia de Dios somos santos posicionalmente. Pero sin embargo en la práctica todavía no actuamos muy a menudo de esa manera. Pero la Biblia dice "sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir" (1 Ped 1:15) y "Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo" (2 Tim 2:19) Necesitamos estar separados de la forma en que el mundo vive. Necesitamos que otros sepan que hay una diferencia en la forma de vida del cristiano.

Cuando vivimos vidas santas, tenemos paz "No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos" (Isa 57:21) y Dios nos disciplina "para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad" (Heb 12:10) Y esa disciplina "da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados" (v11)

Si te falta paz quizá hayas dejado que el pecado se interponga entre tú y Dios. Si es así, sigue el ejemplo del rey David en Salmos 51:9-10 y ora por un corazón limpio. Y deberías también pasar más tiempo con aquellos que viven vidas santas (Prov 13:20 y 1Cor 15:33)

Por John MacArthur

miércoles, 26 de junio de 2013

Un yo completamente nuevo (Por Neil Anderson)


Efe 5:8  Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz

Efesios 5:8 describe el cambio esencial de naturaleza que ocurre en la salvación. No dice que estabas en tinieblas, dice que eras tinieblas. Tinieblas era tu naturaleza, tu esencia como incrédulo. Tampoco dice que ahora estás en luz, dice que eres luz. Dios cambió tu naturaleza básica de tinieblas a luz. El asunto en este pasaje no está en mejorar tu naturaleza. Tu nueva naturaleza ya está determinada. El asunto es aprender a caminar en armonía con tu nueva naturaleza.

¿Por qué necesitas la naturaleza de Cristo en ti? Para que puedas ser como Cristo, no sólo que actúes como Él. Dios no nos ha dado el poder de imitarlo. Él nos ha hecho partícipes de Su naturaleza para que realmente podamos ser como Él. Tú no te vuelves cristiano al actuar como uno. No estamos sobre una base de comportamiento con Dios. Él no dice "aquí están mis estándares, ahora alcánzalos" Él sabe que tú no puedes resolver el problema de un viejo pecador al simplemente mejorar tu comportamiento. Él debe cambiar tu naturaleza, darte un nuevo yo, (la vida de Cristo en ti) que es la gracia que necesitas para alcanzar Sus estándares.

Ese era el punto de Su mensaje en el Sermón del Monte: "Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos" (Mat 5:20) Los escribas y fariseos eran los religiosos perfeccionistas de ese tiempo. Tenían un comportamiento externo a ciencia, pero sus corazones eran como el interior de una tumba: apestaban a muerte. Jesús sólo está interesado en crear nuevas personas de adentro hacia afuera al darles una nueva naturaleza y crear en ellos una nueva persona. Sólo después de que Él cambia tu identidad y te hace partícipe de Su naturaleza serás capaz de cambiar tu comportamiento.

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Querido Jesús, gracias por rescatarme del reino de las tinieblas y transformarme en Tu maravillosa luz. Elijo caminar como tu hijo hoy, amén.

martes, 25 de junio de 2013

Dios es Santo (Por John MacArthur)


1 Samuel 2:2 no hay santo como Jehová

La santidad de Dios significa que Él trasciende todo lo demás y es completamente justo y separado del mal.

Santidad es indiscutiblemente el atributo más importante. Los ángeles no cantan "eterno, eterno, eterno" o "fiel, fiel, fiel" o "poderoso, poderoso, poderoso" más bien cantan "Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso" (Apoc 4:8) compara con Isa 6:3. Su santidad resume todo lo que Él es. El salmista dijo: "Santo y temible es su nombre" (Salm 111:9) Moisés cantó: "¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?  ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?" (Exo 15:11) y Ana oró: "No hay santo como Jehová;  Porque no hay ninguno fuera de ti,  Y no hay refugio como el Dios nuestro" (1 Sam 2:2)

¿Qué significa que Dios es Santo? Las palabras traducidas como "santo" en la Biblia tienen un significado de raíz de "separación", el ser de Dios y su carácter trasciende todo lo demás. Él no está sujeto a las debilidades y limitaciones de Su creación. Dios es completamente sin pecado. Él no cumple solamente con el estándar santo, Él es el estándar.

La justicia de Dios está relacionada a Su santidad. Santidad es el estándar y la justicia es su cumplimiento activo. O podrías decir que Su santidad es su completa separación de todo lo que es pecaminoso y Su justicia es la manifestación de esa santidad.

David entendió cuán Santo y Justo Dios es. Él dijo: "Justo es Jehová en todos sus caminos" (Salm 145:17)  "Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.  Tú has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú?" (Salm 71:19) Lamentablemente hoy en día muchos malentienden por completo la justicia de Dios. Si realmente comprendieran lo santo que Dios es, ¿crees que vivirían de la forma en que viven? Pero ignoran el estándar de Dios pensando que Él realmente no los juzgará porque básicamente son buenas personas. Pero "Dios es juez justo,  Y Dios está airado contra el impío todos los días" (Salm 7:11) Como Dios es Santo, la penalidad para cualquier pecado (por pequeño que parezca) es la muerte (Rom 6:23) No dejes que el mundo corrompa tu perspectiva de Dios. No trates ligeramente tu pecado. Mejor confiésalo, déjalo y busca agradar a un Dios Santo.

Por John MacArthur

lunes, 24 de junio de 2013

Dios es tres (Por John MacArthur)


2 Cor 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

Aunque hay sólo un Dios, Él existe en tres Personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Dios es uno, pero Él existe en tres diferentes Personas. A esto le llamamos la Trinidad, una contracción de "unidad de tres" lo que significa "tres en uno" La palabra Trinidad no aparece en  la Biblia, pero la existencia de Dios como tres Personas en un Dios es clara en las Escrituras.

Evidencia en el Antiguo Testamento de la pluralidad de Dios se puede encontrar en el primer verso: "En el principio Dios..." (Gen 1:1) La palabra hebrea usada para "Dios" es Elohim, el cual es un sustantivo plural. Isaías 42:1 habla del Mesías: "He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones" El Mesías dice en Isaías 48:16 "...ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu" El Nuevo Testamento es más explícito sobre la naturaleza trina de Dios. Después del bautismo de Jesús, el Espíritu de Dios descendió sobre Él como una paloma y el Padre dijo: "Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia" (Mat 3:17) El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están juntos en la misma escena.

Jesús dijo: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad" (Juan 14:16-17) Pablo cierra 2 Corintios diciendo: "la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros" (13:14) Pedro declara que los creyentes son "elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo" (1 Ped 1:2)

Así que Dios es uno, pero Dios es tres. Este es un misterio profundo que ninguna ilustración humana puede describir adecuadamente y ninguna explicación científica puede probar. La Trinidad es algo que tenemos que tomar por fe, porque Dios la ha enseñado en la Escritura.

Por John MacArthur

domingo, 23 de junio de 2013

Dios es uno (Por John MacArthur)


Deut 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

Sólo hay un Dios verdadero.

Cuando Dios liberó a Israel para llevarlo a la Tierra Prometida, Él dijo: "no tendrás dioses ajenos delante de mí" (Exo 20:3) Más tarde Moisés le dijo a los israelitas: "...para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él" (Deut 4:35) y "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" (6:4) Israel debía creer en el único Dios.

Pero Jesús afirmó ser Dios. ¿Acaso él es Dios número dos? Para nada. En Marcos 12:29-30 Jesús citó Deuteronomio 6:4-5 "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas" Si Jesús fuera otro Dios quizá pudo haber dicho: "dividan su lealtad entre los dos" Pero Jesús dijo que debíamos amar a Dios con un compromiso indivisible. Por lo tanto Él está de acuerdo con Moisés en que hay un sólo Dios. Sin embargo, Él también dijo: "Yo y el Padre uno somos" (Juan 10:30)

Pablo también habló de la unidad de Dios en 1 Cor 8. Los sacerdotes paganos en Corinto muy seguido vendían carne que había sido sacrificada a ídolos. Algunos nuevos cristianos se ofendieron cuando otros cristianos comieron esa carne. En respuesta, Pablo les dijo: "Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios" v4 Puesto que un ídolo representaba a un dios no existente, no había nada de malo en comer la comida. Él continuó "Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él" (v4-6) ¿Cómo pueden ser todas las cosas de Dios el Padre, del  cual proceden todas las cosas y por el Señor Jesucristo, por medio de quien existimos? Porque ellos son uno.

Por John MacArthur

sábado, 22 de junio de 2013

Dios es espíritu (Por John MacArthur)


Juan 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Dios es una persona, pero no tiene características físicas.

Al comenzar nuestro estudio de Dios, debemos entender primero que nada, que Él es una persona, no una fuerza cósmica incognoscible. En Su Palabra, Dios es llamado: Padre, Pastor, Amigo, Consolador y muchos otros nombres personales. Siempre se refiere a Dios como un "Él" no un "esto", Él también tiene características personales: Él piensa, actúa, siente y habla.

Aprenderemos tres aspectos de la persona de Dios en los próximos días: Dios es espíritu, Dios es uno, Dios es tres. Primero, Dios no tiene un cuerpo físico como el nuestro: "Dios es espíritu" (Juan 4:24) y "un espíritu no tiene carne y huesos" (Luc 24:39) Pablo dice que Él es "invisible" (1 Tim 1:17) Dios se representó a sí mismo como luz, fuego y nube en el Antiguo Testamento y en la forma humana de Jesucristo en el Nuevo Testamento. Pero tales revelaciones visibles no revelaron la totalidad o la plenitud de la naturaleza de Dios.

Quizá te preguntes sobre versos como el de Salmos 98:1 "Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo" y Proverbios 15:3 "Los ojos de Jehová están en todo lugar,  mirando a los malos y a los buenos" Estas descripciones son llamadas antropomorfismos de las palabras griegas para "hombre" y "forma" éstas ponen a Dios como si fuera un hombre, porque Dios ha escogido describirse a Sí mismo de una forma en que podamos comprender. Si Él no acomodara Su revelación a nuestro nivel finito, no tendríamos esperanza para comprenderlo. Sin embargo no debes tomar el antropomorfismo literalmente. Si no tendrás una visión falsa de Dios la cual le robaría Su naturaleza real y Su poder verdadero. Mira el Salmo 91:4 "Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro" Dios no es un pájaro y  "Dios no es hombre" tampoco (Núm 23:19) Él es espíritu.

Por John MacArthur

viernes, 21 de junio de 2013

Salvación es regeneración (Por Neil Anderson)


2 Ped 1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia

¿Qué dice la Biblia específicamente en cuanto a nuestra naturaleza? La palabra griega para naturaleza se utiliza de esta manera solo dos veces en el Nuevo Testamento. Efe 2:1-3 describe la naturaleza que todos compartimos antes de venir a Cristo "Estábamos muertos en nuestros delitos y pecados... y éramos por naturaleza hijos de ira" ¿Cuál era tu naturaleza básica antes de que nacieras espiritualmente? Tú y cualquier cristiano "éramos por naturaleza hijos de ira", muertos en pecado, sujetos al poder de Satanás viviendo completamente para satisfacer deseos pecaminosos. Esta es la condición de todo incrédulo hoy.

La segunda aparición de la palabra está en 2 Ped 1:4 describiendo nuestra naturaleza después de que llegamos a Cristo. Él nos ha concedido Sus promesas preciosas y grandísimas para que por medio de ellas podamos convertirnos en partícipes de la naturaleza divina.

Cuando te unes espiritualmente a Dios a través de tu nuevo nacimiento, no añadiste una nueva naturaleza divina a tu vieja naturaleza pecaminosa. Tú intercambiaste naturalezas. La salvación no es solo un asunto de Dios perdonando tus pecados y otorgándote un pase para el cielo cuando mueras. La salvación es una regeneración. Dios te trasladó de las tinieblas a la luz, de pecador a santo. Hay algo nuevo en ti que no había antes. Si Dios no hubiera cambiado tu identidad en la salvación estarías atascado con tu vieja identidad hasta que murieras. ¿Cómo esperas crecer hasta madurar si no comienzas como un hijo transformado por Dios? Convertirse en un partícipe de la naturaleza de Dios es fundamental  para la identidad de los cristianos y su madurez.

Ya no estamos más en Adán. Estamos en Cristo. Todavía podemos escoger caminar de acuerdo a la carne, pero ¿por qué quisiéramos hacerlo? Tú no estás en la carne sino en el Espíritu si es que el Espíritu de Dios mora en ti. Y si no tienes el Espíritu de Cristo, no eres de Él. (Rom 8:9)

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Señor, te pido que mi entendimiento de quién soy en Cristo pueda crecer para que pueda caminar la vida victoriosa que Tú aseguraste para mí, en el nombre de Jesús, amén.

jueves, 20 de junio de 2013

Nuestra transferencia (Por Neil Anderson)


Col 1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo

Quizá hayas escuchado la ilustración de dos perros. Algunas personas dicen que tenemos dos naturalezas dentro de nosotros compitiendo por el control de nuestras vidas. Afirman que nuestra vieja naturaleza pecaminosa, la cual heredamos del desobediente Adán, es como un gran perro negro. Nuestra nueva naturaleza la cual heredamos a través de la obra redentora de Cristo, es como un perro blanco. Estos dos enemigos son enemigos, con la intención de destruirse uno al otro. Cada vez que te involucras en pensamientos o comportamiento mundano, estás alimentando al perro negro. Cada vez que te enfocas en actividades espirituales estás alimentando al perro blanco. El perro que alimentes más, eventualmente crecerá más fuerte y vencerá al otro.

Esta ilustración dramática puede motivar a los cristianos a un comportamiento santo, pero ¿está basada en quiénes somos en realidad en Cristo? Debido a que Dios nos libró del dominio de las tinieblas y nos transfirió al reino de Su amado Hijo (Col 1:13) ¿podemos estar en ambos reinos? Cuando Dios declara que no vivimos según la carne sino según el Espíritu (Rom 8:9), ¿podemos estar en la carne y en el Espíritu simultáneamente? Cuando Dios dice que antes éramos oscuridad pero ahora estamos en la  luz del Señor (Efe 5:8) ¿puede ser posible que estés tanto en la luz como en la oscuridad? Cuando Dios declara que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Cor 5:17) ¿podemos ser parcialmente nuevas criaturas y parcialmente viejas?

Pero ten cuidado, ¿puede un cristiano pecar? ¡Claro que sí! Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros (1 Juan 1:8) Pero haber pecado y ser pecado son dos cosas completamente diferentes. Cuando escogemos andar en la carne, pecaremos, pero como 1Juan 2:1 nos recuerda, no tenemos que hacerlo: Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis

Por Neil Anderson

miércoles, 19 de junio de 2013

Una transformación radical interna (Por Neil Anderson)


1 Cor 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo

Si crees que eres parte luz y parte oscuridad, parte santo y parte pecador, vivirás de una manera mediocre con muy poco que te distinga de los no cristianos. Puedes confesar tu propensión al pecado y esforzarte por mejorar, pero vivirás en una derrota continua debido a que te percibes a ti mismo como un pecador que ha sido salvo por gracia quien está sólo esperando el rapto. Satanás sabe que no puede hacer nada con respecto a quién realmente eres, pero si puede hacerte creer que no eres diferente de la persona natural, entonces te comportarás igual que la persona natural.

¿Por qué este perfil describe a tantos cristianos? Porque somos ignorantes de nuestra verdadera identidad en Cristo. La obra de Dios de expiación de cambiar pecadores a santos es Su más grande logro en la tierra. El cambio interno, la justificación, se efectúa en el momento de la salvación. El cambio externo en el andar diario del creyente, la santificación, continúa a lo largo de la vida. Pero la obra progresiva de la santificación sólo es efectiva plenamente cuando la transformación radical interna de justificación se realiza y se apropia por fe.

Pero, ¿no leí por ahí que Pablo se refirió a sí mismo como el más grande de los pecadores? Quizá te preguntes. Sí, pero él se estaba refiriendo a su naturaleza antes de su conversión a Cristo (1 Tim 1:12-16) él hizo una declaración similar de autoevaluación en 1 Cor 15:9, pero continuó diciendo: "pero por la gracia de Dios soy lo que soy y su gracia no ha sido en vano para conmigo"(v10) Pablo sabía que quien era antes de Cristo y en quien se convirtió en Cristo eran dos identidades separadas.

Si afirmas ser sólo un pecador ¿qué harás? ¡pecarás! Estás profesando que el pecado es el centro de tu identidad. Eso no es lo que enseña la Biblia. ¿Por qué no solamente le creemos a Dios que Jesús está en el centro de nuestro ser y comenzamos a vivir de acuerdo a ello por Su Espíritu?

Por Neil Anderson

martes, 18 de junio de 2013

Lo más importante (Por John MacArthur)


Efe 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados.

Comparado a caminar dignamente en Cristo, nada es realmente importante.

Dios nos ha escogido y llamado para que seamos parte de Su familia, y Él espera que actuemos como Sus hijos. Él quiere que caminemos dignamente en Cristo y que estemos en unidad.

Para seguir la voluntad de Dios en esto, debemos, con Su ayuda, tratar con nuestros pecados y desarrollar virtudes piadosas. Nuestras vidas deben estar marcadas primero que nada con "toda humildad" (v2) Nos convertimos en humildes cuando nos vemos como pecadores indignos y vemos la grandeza de Dios y Cristo. El orgullo siempre será una tentación, pero podemos resistirla si recordamos que no tenemos nada por qué estar orgullosos, todo lo bueno que tenemos viene de Dios. Sólo Él merece la gloria, no podemos tomar el crédito. La humildad produce "mansedumbre" que es poder bajo control. La gente con mansedumbre está dispuesta a someterse a Dios y a otros. Puede que se enojen con lo que deshonra a Dios, pero son perdonadores con aquellos que los hieren.

La "paciencia" viene de la mansedumbre. Una persona paciente soporta circunstancias negativas, trata con gente difícil y acepta el plan de Dios para todo. Debemos "amar" a otros soportándolos. El amor cristiano no es egoísta y el soportar no nos deja andar en chismes de las fallas de otros y nos lleva a amar a nuestros enemigos.

La "unidad" (v3) es la meta del andar digno, y sólo los creyentes diligentes que persiguen estas virtudes del andar digno contribuirán a tal unidad. Porque tenemos un Cuerpo, un Espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo y un Padre, debemos comportarnos como gente unida. Entonces tendremos el testimonio efectivo que Dios quiere para nosotros.

Sólo una cosa realmente importa, desde el momento en que te convertiste en cristiano y hasta el día que veas a Jesús, es: que andes como es digno de Él. Lo que posees, lo que sabes y a lo que te dedicas no son cosas tan importantes.

Por John MacArthur

lunes, 17 de junio de 2013

Mostrando el crecimiento (Por Neil Anderson)


Santiago 1:22 pero sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

Me he enterado acerca de pastores y misioneros a lo largo del país que predican en contra de los mismos pecados que ellos cometen. Personalidades cristianas nacionalmente conocidas que vehementemente condenan la inmoralidad, se les ha encontrado a ellos mismos un estilo de vida inmoral. Aquellos de nosotros que somos llamados a predicar o enseñar la Palabra de Dios debemos aplicarla primero. Debemos ponernos de rodillas ante Dios para preparar el mensaje y decir: "Señor, ¿esta escritura es verdad en mi vida?" Si no lo es, debemos ser lo suficientemente honestos para decir a aquellos que nos escuchan "Quisiera ser un mejor ejemplo de este pasaje de lo que soy, pero todavía estoy creciendo en esta área" Proclamar la Palabra de Dios como si fuera verdad en tu vida cuando no lo es, es una mentira.

Aquellos de nosotros que recibimos la Palabra somos también vulnerables ante el autoengaño si fallamos al ponerlo en práctica. Escuchamos un sermón o una lección y decimos. "¡Guau! ¡que gran verdad!" y nos apresuramos a compartirla con alguien sin procesarla y aplicarla a nuestra propia vida. Santiago dijo que los que escuchan la Palabra y no la hacen, se engañan a sí mismos.

¿Por qué tememos admitir cuando nuestras vidas no concuerdan completamente con la Escritura? Yo creo que es porque muchos de nosotros tenemos un complejo de perfección. Pensamos que debemos ser perfectos y no permitir nada menos. Pero no podemos mostrar perfección porque no somos perfectos, solo podemos mostrar crecimiento. La gente a nuestro alrededor necesita saber que somos personas reales en el proceso de maduración. Ellos necesitan ver cómo manejamos el fracaso al igual que el éxito. Cuando mostramos este tipo de honestidad en la comunidad cristiana, reducimos grandemente la posibilidad de que el engañador tenga un punto de apoyo.

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Señor perdóname por las veces en que he puesto la búsqueda de la perfección terrenal antes del crecimiento en Cristo y en Tu Palabra. Ayúdame a mostrar crecimiento en mi vida hoy, en el nombre de Jesús, amen.

domingo, 16 de junio de 2013

La definición de discipulado (Por Neil Anderson)


1 Tes 5:11  Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros

La primera llamada de Jesús a Sus discípulos, se ve en Sus palabras "Venid a mí" (Mat 11:28) y "Síganme" (Mat 4:19) Marcos registra: "Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios" (Marc 3:14-15) El discipulado es una actividad intensamente personal de dos o más personas ayudándose entre sí a experimentar una creciente relación con Dios. El discipulado viene antes del hacer, la madurez antes del ministerio, el carácter antes de la carrera.

Cada cristiano, incluyéndote a ti, es tanto un discípulo como un discipulador en el contexto de sus relaciones cristianas. Tienes un privilegio maravilloso y una responsabilidad tanto de ser un maestro y un aprendiz de lo que significa estar en Cristo, andar en el espíritu y vivir  por fe. Puedes tener un papel en tu familia, iglesia o comunidad cristiana que te de una responsabilidad específica para discipular a otros, como esposo, padre, pastor, maestro de escuela dominical, líder de un discipulado, etc. Pero incluso como un discipulador designado, no significa que no seas un discípulo que está aprendiendo y creciendo en Cristo a través de tus relaciones. Por el contrario, quizá no tenas una responsabilidad oficial de discipular a alguien, pero eso no significa que no seas un discipulador. Tienes la oportunidad de ayudar a tus hijos, tus amigos y a otros creyentes a crecer en Cristo a través de tu relación de cariño y compromiso con ellos.

De la misma manera, cada cristiano es tanto un consejero como un aconsejado en el contexto de sus relaciones cristianas. Un buen consejero debe ser un buen discipulador y un buen discipulador debe ser un buen consejero. Bíblicamente, tienen el mismo rol. Tu nivel de madurez puede dictar que has dado mucha consejería cristiana. Pero aún habrá momentos cuando necesites buscar o recibir el consejo de otros cristianos. Nunca habrá el día cuando no nos necesitemos los unos a los otros.

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Padre, ayúdame a recordar que nunca seré lo suficientemente maduro como para no recibir un buen consejo de mis hermanos en Cristo, amén.

sábado, 15 de junio de 2013

¿A quién le corresponde el mérito? (Por Josh McDowell)


Rom 3:27-28 ¿Dónde, pues, queda el orgullo del hombre ante Dios? ¡Queda eliminado! ¿Por qué razón? No por haber cumplido la ley, sino por haber creído

Hace muchísimos años, antes de que naciera ninguna persona que tú conoces —desde el año 1508 hasta el 1512 para ser exactos— Miguel Ángel, el extraordinario pintor, escultor, arquitecto y poeta italiano, acostado de espalda, se dedicó a decorar con sus obras de arte el cielo raso de la Capilla Sixtina en Roma. Pintó nueve escenas del libro de Génesis, incluyendo la creación de Adán, la creación de Eva, la tentación y caída de Adán y Eva, y el Diluvio.

Cuando de lo máximo en arte se trata, Miguel Ángel se lleva el premio. Pero esto es algo que nunca lo hubieras oído decir: "Me adjudico el mérito por la hermosura de mi expresión artística. Cada una de mis obras de arte —mi famosa escultura de David, las escenas que pinté en el cielo raso de la Basílica de San Pedro en Roma— las hice todas yo. Nadie me ayudó para nada". No vas a encontrar esas palabras en ningún libro de historia, porque Miguel Ángel nunca las dijo.

A muchos nos gusta contarles a los demás las cosas importantes que hacemos. No tenemos que esperar mucho en el campo de juego o en los recreos o en el aula para oír los alardes impresionantes de algunos. Cosas como: "¡Una vez le di un puntapié tan fuerte a la pelota de fútbol que la reventé!"; o "Prepárate, porque es más que seguro que te gano en esta competencia!"; o "¡Mi papá tiene un furgón lleno de oro!".

Pero la mayoría de las personas cuyos logros son verdaderamente importantes admiten que son solo parcialmente responsables de su éxito. Con frecuencia adjudican el mérito a Dios por sus habilidades, su inteligencia o talento. Por ejemplo, en el ocaso de su vida, Miguel Ángel escribió: "Creo que he sido designado por Dios para este trabajo... trabajo motivado por mi amor a Dios y pongo toda mi esperanza en él".

Cuando logras algo excelente —sea grande o pequeño— ¿a quién le atribuyes tu éxito? Darle el mérito a quien le corresponde comienza con reconocer que tus habilidades en realidad provienen de Dios. Si él no te hubiera creado y dotado de todo tipo de talentos, no lograrías nada.

Y cuando del don del perdón se trata, en realidad nada tuviste que ver con eso. Tú no lo creaste, no te lo compraste, no te lo ganaste ni lo inventaste. No fue idea tuya. No es una obra de arte tuya. Perdonarte es algo que tu Dios lleno de amor hizo por ti. Te lo da como un regalo totalmente gratuito.

Por Josh McDowell

viernes, 14 de junio de 2013

Jesús y yo (Por Josh McDowell)


Rom 3:25 Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón.

La siguiente demostración es una manera fabulosa de presentar la profunda verdad de que Jesús murió por nuestros pecados. Necesitarás un huevo crudo, un envase de lata vacío (abierto en un extremo), un trozo pequeño de madera y un martillo. Luego haz lo siguiente frente a tus amigos y familiares:
  • Coloca el trozo de madera sobre la mesa y sobre él acomoda el huevo con cuidado. Por ahora, ten escondido el envase, pero pon el martillo sobre la mesa.
  • Di: "Este huevo nos representa a cada uno de nosotros. La Biblia dice que todos hemos pecado, y que el castigo de Dios por el pecado es la muerte".
  • Muestra el martillo. "Este martillo representa el castigo de Dios por nuestros pecados".
  • Sostén el martillo encima del huevo y di: "¿Qué va a pasar cuando le dé un golpazo al huevo con este martillo?". Quizá los presentes respondan diciendo cosas como: "¡Un gran salpicadero!" o "Huevo batido" o "Un salpicón de huevo".
  • Muestra el envase de lata y cubre con él el huevo.
  • Dale un fuerte martillazo a la parte de arriba del envase. El sonido del golpe probablemente sobresalte a todos.

Si todo te sale bien, tendrás un envase bastante abollado, pero cuando lo levantas encontrarás al frágil huevo todavía intacto. Y aquí es donde impresionarás a todos con tu percepción espiritual:

Jesús recibió el golpe en lugar de nosotros, igual como el envase de lata recibió el golpe en lugar del huevo. La Biblia dice que muriendo en la cruz en nuestro lugar, Jesús se colocó entre nosotros y el juicio de Dios por nuestros pecados. No podríamos sobrevivir la ira de Dios contra nuestros pecados igual como el huevo no hubiera podido permanecer intacto si le hubiera dado un martillazo directo. Pero no tenemos que sufrir el juicio de Dios gracias a la disposición de Jesús de dar su vida por nuestros pecados. Escapar de la ira de Dios es un regalo que recibimos sencillamente por confiar en Jesús.

Ahora observen el envase abollado. Piensen en lo que le costó a Dios perdonarnos nuestros pecados. Durante las últimas horas de su vida, Jesús —que no había hecho nada malo— fue objeto de maldiciones, burlas, escupidas y azotes. Le colocaron una corona de espinas en la frente. Y fue clavado en una cruz.

Ese fue el enorme precio que Jesús pagó por nuestros pecados. Pero también representa el asombroso valor que tenemos para Dios. Dios nos amó tanto que envió a su Hijo para morir por nuestros pecados y así pudiéramos ser sus amigos.

Por Josh McDowell

jueves, 13 de junio de 2013

Las leyes de Dios (Por Neil Anderson)


Luc 11:39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.

El Talmud, una colección de escritos antiguos rabínicos, relatan la historia de Rabbi Akiba, quien fue encarcelado. El Rabbi Josue le trajo algo de agua, pero el guardia derramó la mitad del contenedor. Había muy poca agua para que ambos se lavaran y bebieran y rabí Akiba enfrentó la posibilidad de la muerte por falta de agua si usaba el agua para el lavamiento ceremonial, él pensó "el que come con manos sin lavar perpetuará un crimen que tiene que ser castigado con la muerte. Es mejor que yo muera de sed a que transgreda las tradiciones de mis ancestros"

Jesús respondió duramente ante tal razonamiento: "Guías ciegos que coláis el mosquito y tragáis el camello" (Mat 23:24) El Señor advierte que pasan por alto asuntos de la ley (como la justicia y la misericordia) cuando la atención se centra en la estricta observancia de las prácticas religiosas. Esto conduce a una negligencia ante las leyes eternas de Dios. Jesús le dijo a la gente que pusiera más atención en limpiar sus corazones y que no fueran como sus líderes que solo se limpiaban las manos.

Las leyes de Dios son liberadoras y protectoras. Son restrictivas solo cuando nos protegen del maligno. Las reglas de cualquier institución deben garantizar la libertad de cada individuo para alcanzar su potencial dado por Dios. Deben servir como guía para que no nos desviemos de nuestro propósito y deben protegernos de aquellos que abusan del sistema.

El principio que Jesús mostró puede decirse de esta manera: si a la gente se le manda seguir una práctica tradicional que haga la vida más difícil y no contribuya al propósito de la organización, entonces no debemos participar por conciencia religiosa. Jesús simplemente no observó esas tradiciones y defendió a sus discípulos por no observarlas también.

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Gracias por recordarme Señor que la ley mata pero el Espíritu vivifica, ayúdame a caminar en libertad hoy en el nombre de Jesús, amén.

miércoles, 12 de junio de 2013

Buscando actitudes justas (Por John MacArthur)


Efe 4:1-3 os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz

A Dios le preocupa más quienes somos, porque quienes somos determina lo que hacemos.

Los versículos de hoy revelan una verdad básica: la vida cristiana no se trata de lo que hacemos sino de quienes somos. Cuando Pablo enseña acerca del andar digno, de cómo vivimos cada día, él nunca discute acciones, sólo actitudes. Es posible tener lo que yo llamo "fruto de acción" como la alabanza (Heb 13:15), dar (Filip 4:17), evangelismo (Rom 1:13) y otras buenas obras (Col 1:10) sin tener un "fruto de actitud" que es el fruto del Espíritu: "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, autocontrol" (Gál 5:22-23) Mucha gente puede tener buenas obras sin tener justicia interior. Pero eso es legalismo, es hipocresía de lo cual habla tanto la Biblia. El camino correcto a la verdadera espiritualidad es tener las actitudes correctas primero. El Espíritu Santo obra a través de nuestras actitudes para producir acciones correctas.

Desafortunadamente, muchos cristianos pierden este punto. Para ellos el ser cristianos es principalmente una lista de lo que hay que hacer: ir a la iglesia, poner dinero en la ofrenda, cargar una Biblia... y una lista de lo que no hay que hacer: no maldecir, no beber, no asesinar. Ellos ven el comportamiento externo como el hecho del cristianismo en lugar de la manifestación de él. Ellos no cultivan gracias internas.

Por supuesto, Dios quiere que vivamos vidas justas. Pero para aquellos con sólo acciones externas, Jesús dijo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio" (Mat 23:25-26)

No te conviertas en un esclavo de la religión externa. Asegúrate de que haces tus buenas obras por amor a Dios y a otros, como parte de un desbordamiento de fruto espiritual en tu vida.

Por John MacArthur

martes, 11 de junio de 2013

Libres de escoger la libertad (Por Charles Swindoll)


Deut 30:20  amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

Me gustaría poder garantizar a todos nosotros plena libertad del pecado 365 días al año, pero eso no es posible, no mientras seamos terrestres. Perfección perpetua (los teólogos le llaman perfección sin pecado) no podremos disfrutarla hasta que recibamos cuerpos glorificados y estemos en casa en el cielo. Pero las buenas noticias son que no tenemos que pecar de forma constante, día tras día. La gracia nos ha libertado para obedecer a Cristo.

Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;  y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. (Rom 6:17-18)

¡Maravillosa, maravillosa verdad! Escogiendo la justicia, disfrutamos de un estilo de vida marcado por las bendiciones de Dios, estabilidad y fortaleza. La gracia nos liberta para escoger. Podemos decidir caminar con Dios y tomar fuerzas de Él para enfrentar cualquier cosa que la vida nos depare. O podemos decidir caminar alejados de Dios y enfrentar las consecuencias inevitables. La próxima vez que seas tentado a ceder ante tu antiguo amo, recuerda esto: La gracia te invita a regresar y encontrar perdón, pero no borra automáticamente las cicatrices que acompañan al pecado, algunas podrían estar contigo por toda la vida.

A pesar de las terribles consecuencias que el pecado puede traer, la gracia también significa que le permitimos a otros la libertad de escoger, cueste lo que cueste. Hacer lo contrario abusa tanto a aquellos que usan su libertad como licencia para pecar. Soy un firme creyente de la responsabilidad mutua, pero la gracia significa que no forzaré o manipularé o juzgaré o intentaré controlarte, ni tú deberías hacerlo conmigo. Esto significa que seguiremos guiando a otros a la libertad al proveerles agujeros de respiración. Significa que deliberadamente los dejemos ser para que cada uno de nosotros pueda crecer y aprender por nuestra cuenta, de lo contrario nunca disfrutaremos de la libertad de un mar abierto. Para la mayoría de nosotros, el dejar ser a otros no es natural ni fácil. Porque nos importa, es más nuestra tendencia de darle a la gente consejos o asesoría. La idea de dejarlos fracasar, o caerse es extremadamente dolorosa para nosotros, pero Dios nos trata así prácticamente todos los días de nuestra vida. Tendemos a meter el clutch, no a soltar, para poner a la gente en nuestro marco y no le permitimos hoyos de respiración a menos que y hasta que ellos acepten la forma de nuestros moldes.

Por Charles Swindoll

lunes, 10 de junio de 2013

Cuando Dios dice que hagas o que no hagas (Por Charles Swindoll)


Deut 5:33 Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.

Podrías decirme: "¿Qué tal si encuentro una lista de qué hacer y qué no hacer en la Escritura?" Ese es un tema totalmente distinto a tus listas personales. Cualquier lista específica en la Escritura debe ser obedecida sin vacilar o dudar. Esa es una lista inspirada para que todos sigamos, no la lista personal de nadie. Quiero animarte a que guíes tu vida por toda la Escritura con todo tu corazón, sin importar cómo reaccionen otras personas. Pero cuando cosas cuestionables no están especificadas en la Escritura, se convierte en un asunto de preferencia personal o convicción personal.

Dios les ha dado a Sus hijos una maravillosa libertad en Cristo, lo que significa no sólo libertad del pecado y de la culpa sino también libertad en el estilo de vida, para que podamos volvernos modelos de Su gracia. Ser libre, disfrutar tu libertad y permitirle a otros que también disfruten su libertad es difícil de hacer si eres inseguro. Especialmente es difícil de hacer si fuiste criado por padres legalistas y fuiste guiado por pastores legalistas con una conciencia demasiado sensible hacia agradar a los demás. Ese tipo de padres y pastores pueden ser super controladores, manipuladores y juiciosos. Frecuentemente usan la Biblia como martillo para someter a la gente en lugar de una Guía para guiar a otros hacia la gracia. A veces les lleva años a las personas que han estado bajo una nube legalista, finalmente tener la valentía de caminar libremente en la gracia de Dios. Desafortunadamente algunos de los que finalmente toman esta libertad van más allá y abusan de la gracia de Dios al alardear de su libertad.

Eso puede ser tan trágico como aquellos que no avanzan. Para regresar a una de mis palabras favoritas, necesitamos equilibrio.

Por Charles Swindoll