En el momento que Dios se prepare para
levantarte, se presenta un enemigo
Hebreos 12:1-11 nos dice que Dios
nos trata como hijos y que la disciplina nos prepara para mayores cosas
Los enemigos vienen en diferentes formas
Algunos son evidentes, abiertamente se oponen a
ti a cada instante. Otros son más sutiles y astutos, parecen como "ángeles
de luz" te distraen de enfocarte en el propósito de Dios. Tu enemigo puede
que no sea ni siquiera una persona. Puede ser una enfermedad que amenaza
llevarse tu salud o aún tu vida. Puede ser un asunto financiero que te empuja
al límite de la bancarrota. Como sea, grande o chico, humano o no, los enemigos
tienen una cosa en común, ellos amenazan destruir tu destino.
La aparición de un enemigo te lleva a un punto
de crisis. Puedes rendirte por temor y ser destruido o puedes enfrentar a tu
enemigo con el poder de Dios y vencer. Ningún enemigo te puede acosar a menos
que Dios lo permita. Y si Dios lo permite, Él tiene una razón. El propósito de
Dios es hacerte madurar. Si estás enfrentando un enemigo, ármate de valor, Dios
te está preparando para levantarte. Te está preparando para llevarte a un nuevo
nivel.
Todos los atletas saben que la condición física
y la fuerza se desarrollan con resistencia, "no pain, no gain" (sin
esfuerzo no hay resultado). Pasa lo mismo con nuestro espíritu. La resistencia
nos obliga a perder nuestras "llantitas" espirituales y mentales, y
hace a un lado cada piedra en el camino para meternos en la lucha. La presencia
de un enemigo nos impulsa a depender de Dios en fortaleza y victoria en lugar
de nuestros propios recursos.
Dice en Hebreos "... despojémonos de todo peso y del pecado que fácilmente nos
envuelve y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos
los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto
delante de Él, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza y se ha sentado a
la diestra del trono de Dios"
Ninguna prueba o disciplina es placentera en el
momento, sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da
después un fruto apacible de justicia. Enfrentar enemigos nos prepara
para ser levantados.
Tus enemigos solo se ven grandes. Desde
la perspectiva de Dios ellos no son nada. Una vez que aprendes a verlos de ese
modo, ellos no serán tan intimidantes. ¿Los enemigos y la oposición te
presionan por todos lados? Aguanta. Dios te está preparando para moverte a algo
más. ¡Prepárate para ser levantado!
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, a veces mis enemigos parecen muy
grandes, enséñame a verlos desde Tú perspectiva, cuando los tiempos sean
difíciles, ayúdame a recordar que me estás madurando y preparando para elevarme
a un nuevo nivel, gracias porque mi vida está en tus manos, en Cristo Jesús, amén.
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