Siempre puede haber cambios
Un portal que busca recopilar algunos recursos, tanto para tu vida personal y espiritual. Con la aportación de contenido de hermanos comprometidos en compartir las bendiciones y dones que han recibido de nuestro Señor Jesucristo.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
La Navidad Olvidada 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
Salvado y Santificado por Fe (Por Neil Anderson)
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domingo, 25 de agosto de 2013
Él nos busca (Por Charles Spurgeon)
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sábado, 24 de agosto de 2013
Dios no me fallará (Por Charles Spurgeon)
Josué 1:5 "Estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé."
Esta palabra para Josué es citada con frecuencia; es la base de aquella palabra del Nuevo Testamento: "No te desampararé, ni te dejaré"
Amados, tenemos ante nosotros una vida de guerra, pero el Señor de los Ejércitos está con nosotros. ¿Somos llamados a ser conductores de un pueblo grande pero veleidoso? Esta promesa nos garantiza toda la sabiduría y prudencia que hubiéremos de necesitar. ¿Tenemos que contender con enemigos astutos y poderosos? Aquí encontramos fuerza y valor, destreza y victoria. ¿Tenemos una gran herencia por conquistar? Por este signo alcanzaremos nuestro propósito; el Señor mismo está con nosotros.
Sería terrible en verdad para nosotros que Jehová nos fallara; pero, como esto no puede suceder, los vientos del desasosiego son apaciguados en las cavernas de la divina fidelidad. En ninguna ocasión nos abandonará el Señor. No importa lo que suceda, Él estará a nuestro lado. Los amigos nos abandonan, y su ayuda es como una lluvia en Abril; pero Dios es fiel, Jesús es el mismo por siempre, y el Espíritu Santo mora en nosotros.
Vamos, corazón mío, has de tener calma y esperanza el día de hoy. Las nubes podrían cernirse sobre nosotros, pero el Señor puede disiparlas. Puesto que Dios no me fallará, mi fe no ha de fallar; y, puesto que Él no me abandonará, yo tampoco lo abandonaré a Él. ¡Oh, que el Señor nos conceda una fe tranquila!
Por Charles Spurgeon
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viernes, 23 de agosto de 2013
En Cristo (Por Neil Anderson)
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jueves, 8 de agosto de 2013
Cara a cara con Dios (Por Charles Swindoll)
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miércoles, 7 de agosto de 2013
Queremos Alivio (Por Charles Swindoll)
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martes, 6 de agosto de 2013
Un Nuevo Corazón (Por Neil Anderson)
Por Neil Anderson
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lunes, 5 de agosto de 2013
A la Gloria Suya (Por Charles Spurgeon)
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domingo, 4 de agosto de 2013
Le Conocemos (Por Charles Spurgeon)
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sábado, 3 de agosto de 2013
Desinflando el Orgullo (Por Charles Swindoll)
Isa 51:1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.
En el texto hebreo, la palabra cantera realmente se refiere a un agujero. En la versión Reina Valera leemos "hueco de la cantera"
Nunca te olvides del hoyo.
¡Qué gran consejo! Antes de que nos enamoremos de nuestra gran y elevada importancia, es una buena idea echar un vistazo al pasado, al hoyo del cual Cristo nos sacó.
No sólo pensemos en él, admitámoslo. Nuestro hoyo tiene una forma de mantenernos a todos al mismo nivel: como receptores de gracia.
Y no te engañes a ti mismo, aún aquellos que fueron levantados y admirados tienen hoyos de los cuales fueron rescatados.
La próxima vez que seamos tentados a envanecernos por nuestra importancia, sólo miremos al hoyo del cual salimos. Tiene una forma de desinflar nuestro orgullo.
Por Charles Swindoll
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viernes, 2 de agosto de 2013
Comprendiendo la Gracia (Por Charles Swindoll)
Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
¿Qué es exactamente la gracia? ¿Y está limitada a la vida y ministerio de Jesús? Quizá te sorprenda saber que Jesús nunca usó la palabra en sí. Él sólo la mostró e igualmente importante, Él la vivió. Además, la Biblia nunca nos da una definición como tal aunque la gracia aparece a través de sus páginas, no solamente la palabra misma sino en numerosas demostraciones de ella. El entender lo que significa la gracia requiere que vayamos a un viejo término hebreo que significa doblarse o agacharse. Con el tiempo se incluyó la idea de un favor condescendiente.
Si has viajado a Londres, quizá hayas visto a la realeza. Si es así, quizá hayas notado la sofisticación, el aislamiento, la distancia. En ocasiones la realeza en Inglaterra hará noticia debido alguien en los rangos de nobleza se detendrá, se inclinará y tocará o bendecirá a un plebeyo. Eso es gracia. No hay nada en el plebeyo que merezca ser notado o tocado o bendecido por la familia real. Pero debido a la gracia en el corazón de la Reina, existe el deseo en ese momento de hacer una pausa, inclinarse para tocar o aún bendecir a alguien.
El antiguo pastor y estudioso de la Biblia Donald Barnhouse quizá lo describió mejor: "El amor que sube es adoración, el amor que va hacia el exterior es afecto, el amor que se inclina es gracia"
El mostrar gracia es extender un favor o bondad a alguien que no lo merece y nunca podría ganarlo. Recibir la aceptación de Dios por gracia siempre está en gran contraste con ganarla a base de las obras. Cada vez que el pensamiento de la gracia aparece, está la idea de ser inmerecida. De ninguna manera el receptor está recibiendo lo que merece. El favor simplemente se está extendiendo por la bondad del corazón del dador.
"Cuando el pensamiento de la gracia aparece, trae la idea de ser inmerecida"
Por Charles Swindoll
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jueves, 1 de agosto de 2013
La Gran Misericordia de Dios (Por John MacArthur)
1 Ped 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos
Debido a Su misericordia, Dios desea levantar a los pecadores de su condición lamentable.
Hace varios años estuve una semana en India, cada día vi incontables personas hambrientas, enfermas, y sin hogar viviendo en una calle sucia. No pude evitar sino sentir compasión y piedad por esas personas que vivían en tal miseria.
En un sentido espiritual, sin embargo, antes de que Dios nos salvara, éramos todos más patéticos que cualquier vagabundo en la India. Espiritualmente, estábamos "muertos en nuestros delitos y pecados y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)" (Efe 2 :1, 3-5). Dios vio nuestra miserable condición y fue movido a hacer algo al respecto.
¿Cómo se compara la misericordia con la gracia? La misericordia tiene consideración de la condición miserable de una persona, la gracia tiene consideración a la culpa de un hombre, la que causó esa condición. Dios nos da misericordia para cambiar nuestra condición. Él nos da gracia para cambiar nuestra posición. Mientras que la gracia nos lleva de la culpa a la absolución, la misericordia nos lleva de la miseria a la gloria.
¿No te da gran alegría saber que Dios no sólo quitó tu culpa sino que te miró y tuvo compasión? Y no ha terminado de darnos misericordia "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad" (Lam 3:22-23) Siempre podremos "acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Heb 4:16)
Por John MacArthur
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miércoles, 31 de julio de 2013
La Medida de Gracia (por John MacArthur)
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martes, 30 de julio de 2013
El significado de la Gracia (Por John MacArthur)
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jueves, 25 de julio de 2013
No Más Esclavos (Por Neil Anderson)
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miércoles, 24 de julio de 2013
Una Nueva Persona en Cristo
El Apóstol Pablo escribió en Rom. 6:6 que nuestro viejo yo fue crucificado con Cristo. Esto fue un acto decisivo y definitivo en el pasado del creyente. En Col. 3:9-10, Pablo exhorta a los creyentes a que dejen de vivir en los viejos pecados de sus vidas pasadas: "habiéndonos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo". Pablo hace una exhortación similar en Ef. 4:22-24; "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad".
En Rom. 6:6, Col. 3:9-10, Pablo claramente enseña una acción pasada sin lugar a dudas, que ocurrió en el momento en que nacimos de nuevo, pero el pasaje en Efesios implica una acción continua de nuestra parte. El viejo yo fue crucificado con Cristo (santificación posicional), pero como creyentes tenemos que hacer nuestra parte despojándonos del viejo yo y revestirnos del nuevo yo (santificación progresiva). Ésta no es una exhortación para hacer nuevamente por nosotros mismos lo que Cristo ya hizo por nosotros. Pablo está diciendo que somos nuevas personas en Cristo que necesitamos convertirnos en la práctica en lo que Dios ya nos hizo. Debemos de tener la voluntad de no dejar que nuestra "vieja manera de vivir" impacte en quienes somos nosotros ahora.
Esta metamorfosis espiritual es ilustrada en la situación apremiante de la oruga. Esta pequeña criatura rastrera tiene el instinto de subir a lo más alto que pueda por sus propias fuerzas, usualmente a la rama de un árbol. Ahí teje un pequeño botón que forma la coyuntura para el capullo que crea girando sobre ella misma mientras pende de cabeza. La oruga entonces deja de existir, y una milagrosa transformación ocurre. La oruga se ha "crucificado" a sí misma para "resucitar" como mariposa. La oruga se despojó de todo lo que era para convertirse en todo aquello que el Creador la había diseñado que fuera.
La oruga no puede recibir el crédito de haberse convertido en una mariposa más de lo que nosotros podemos recibir el crédito de convertirnos en hijos de Dios, lo cual nos es imputado por la gracia de Dios. Imagine qué pasaría con el crecimiento de la nueva mariposa si eligiera creer que todavía es una oruga y continuara arrastrándose en lugar de volar. La mariposa nunca alcanzaría su potencial, y tampoco nosotros si no creemos que somos nuevas criaturas en Cristo, y aprendemos a vivir de acuerdo a ello.
Por Neil Anderson
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martes, 23 de julio de 2013
Los Tres Tiempos Verbales de la Santificación
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lunes, 22 de julio de 2013
La Batalla de la Mente (Por Neil Anderson)
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domingo, 21 de julio de 2013
Los cristianos son santos que pecan (Por Neil Anderson)
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sábado, 20 de julio de 2013
Crucificado juntamente con Cristo (Por Neil Anderson)
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lunes, 15 de julio de 2013
Un santo que lucha (Por Neil Anderson)
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domingo, 14 de julio de 2013
No tengas miedo (Por Charles Spurgeon)
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sábado, 13 de julio de 2013
El acusador de los hermanos (Por Neil Anderson)
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viernes, 12 de julio de 2013
Tu camino hacia Cristo (Por Neil Anderson)
Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir
¿Cómo es que los malos espíritus interfieren en nuestras vidas? Permíteme responder con una simple ilustración. Imagina que estás parado al final de una calle larga y estrecha y en ambos lados hay casas de dos pisos. Al final de la calle está Jesucristo y tu vida cristiana es el proceso de caminar por esa larga calle de madurez hacia Él. No hay absolutamente nada en la calle que te impida llegar a Jesús. Así que cuando recibes a Cristo, tú pones tus ojos en Él y comienzas a caminar.
Pero como este mundo todavía está bajo el dominio de Satanás, las hileras de casas a ambos lados de la calle están habitadas por seres que están comprometidos a impedir que alcances tu meta. Ellos no tienen poder o autoridad de bloquear tu camino o incluso frenar tus pasos, así que se asoman por las ventanas y te llaman esperando atraer tu atención lejos de tu meta e interrumpir tu progreso al tentarte, acusarte y engañarte.
¿Cuál es la meta del enemigo al hacer que sus demonios te tienten, se burlen de ti, te cuestionen desde las ventanas y puertas a lo largo de tu camino? Él quiere frenarte, que te detengas, te sientes y si es posible renuncies a tu camino hacia Cristo. Él quiere influenciarte para que dudes de tu habilidad de creer y servir a Dios. Recuerda: él no tiene poder alguno o autoridad para evitar que progreses constantemente en tu caminar hacia Cristo. Y nunca más podrá poseerte, porque tú has sido redimido por Jesucristo y tú eres de Él para siempre (1 Ped 1:18-19) Pero si él puede hacer que escuches los pensamientos que él planta en tu mente, él podrá influenciarte. Y si le permites que te influencie el tiempo suficiente a través de la tentación, acusación y engaño entonces podrá controlarte.
Si yo pudiera influenciarte a que creas una mentira ¿podría controlar tu vida? Sí. Pongamos nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe (Heb 12:2) y llevemos todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo (2 Cor 10:5)
Por Neil Anderson
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jueves, 11 de julio de 2013
El más grande objeto de nuestra fe (Por Neil Anderson)
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